A veces, ya no tenemos que aprender más

Por Enrique Zavala Urquides.-Aunque parezca contradictorio o retrógrado a veces ya no requerimos saber más, conocer más respectos a los principios y valores fundamentales del hombre para comportarnos como personas de bien, educadas, como seres humanos rectos y justos.

A veces ya no tenemos que aprender más, y no me refiero a la instrucción del conocimiento humano técnico en habilidades, tecnológico, incluso adquiridos en maestrías y doctorados, NO, me refiero a la formación en el conocimiento fundamental del comportamiento del hombre, que nos define como seres humanos y racionales. Es como aquella frase de las abuelas que decían  “la educación se mama”.

Hay que aplicar bien lo que ya sabemos

Es básico comprender que ya no tenemos que aprender más si lo fundamental lo sabemos y practicamos de forma constante y permanente, si más que instrucción recibimos formación, lo que es muy distinto, por ello más que conocer o aprender más hay que aplicar bien lo que ya sabemos, luchar por esos principios y valores fundamentales que son inmutables y que han sido el cimiento de la humanidad. “Por ejemplo en México, paradójicamente los presidentes más corrupto han sido los que han estudiado en Yale o Harvard” … En corto, no es el conocimiento, sino el razonamiento y comportamiento lo que nos define.

Debemos comprometernos con aplicar radicalmente lo bueno que ya sabemos, si usted es creyente será la biblia su guía, allí están los diez mandamientos, o si es usted constitucionalista, por ejemplo, su guía será la carta magna, allí están los principios jurídicos que debemos honrar y practicar, en concreto es la acción positiva la que cambia las cosas, es la formación no el conocimiento…. “a dios rezando y con el mazo dando”.

Lo mismo pasa con las leyes

Lo mismo pasa con el derecho positivo, no tiene sentido conocer más o saber más para producir reglamentaciones aberrantes o leyes torcidas que violentan los principios fundamentales, eso sería vivir en el pernicioso relativismo, en la anarquía total que pone al derecho positivo por encima de lo fundamental, cuando el conocimiento está peleado con la razón y la formación se vuelve un lastre. “Hechos son amores y no buenas razones” …

Por ello, aunque alguna legislación tenga forma de ley, si violenta principios y valores fundamentales, debemos oponernos a ella, porque, además es cierto que mayormente ya no debemos hacer más y “nuevas leyes”, sino respetar y aplicar las que ya tenemos, mismas que se violentan de forma consuetudinaria, por ello hay tanta IMPUNIDAD….

Conclusión

A veces ya no tenemos que aprender más, cuando hablamos de civilidad, cuando hablamos del poder de la razón, de La ley natural, cuando hablamos de ética, ya no tenemos que aprender más sino actuar en consecuencia, cuando vemos tanto atropello y abuso, cuando palpamos la irracionalidad publica, la indolencia y la inmundicia, a veces ya no tenemos que aprender más, para juzgar tanta corrupción e impunidad.

A veces ya no hay que aprender más, para juzgar la violencia e inseguridad desatada, a los abusos de pseudoservidores públicos “que se sirven con la cuchara grande”, cuando hay millones muriéndose literalmente de hambre, pero sobre todo a veces ya no hay que aprender más, para juzgar a quienes cínicamente deberían respetar la ley y por el contrario la violan, a veces y a cierta edad ya no hay que aprender más, más bien, “hay tener dos dedos de frente” … ¡Ni más, ni menos!.

“los dialecticos y los sofistas, en sus disquisiciones, se revisten de la apariencia de los filósofos” (Aristóteles).

Ezavalaurquides@gmail.com           (Tel. 6623-53.38.41)

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