Aguas con las mayores tasas de Banxico

Ilustrativa.

Por Javier Villegas Orpinela.- Al aumentarse el costo del dinero se espera que la inflación empiece a contenerse.

Sin embargo, Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México, advierte que la nueva alza en la tasa de interés podría afectar las expectativas de corto y mediano plazo de la inflación.

En la reunión de la Junta de Gobierno del Banco Central de mes agosto, el economista votó a favor de mantener la tasa de referencia en 4.25 por ciento, junto con la subgobernadora Galia Borja.

“Aumentar nuevamente la tasa de interés podría transmitir la señal incorrecta de que la inflación actual tiene un carácter más permanente”, dijo en las minutas publicadas el jueves 26 de agosto.

Banxico estima que la inflación cerrará 2021 en un nivel de 5.7 por ciento.

Si el pronóstico se cumple, el cierre sería el más alto desde 2017, cuando se ubicó en 6.77 por ciento en diciembre, de acuerdo con datos del Inegi.

Esquivel apunta que la medida puede afectar la formación de precios en el País debido a que “las decisiones y la comunicación del Banco Central constituyen una señal que afecta las expectativas de los agentes económicos”.

Sobre su voto a favor de mantener la tasa en 4.25 por ciento, Esquivel sostiene que las presiones inflacionarias observadas en todo el mundo son “predominantemente transitorias”, por lo que un aumento en el referencial no tendrá efectos en la inflación originada por choques de oferta (del sector de la producción).

“Considero que mantener la tasa no pone en riesgo la convergencia de la inflación hacia su meta”, Subrraya Esquivel.

Galia Borja apoyó la idea de una inflación transitoria, al abundar que el fenómeno está motivado por problemas en las cadenas de producción originados por la pandemia, como cuellos de botella, patrones de consumo diferentes y recuperación de precios.

“Si bien existe poca certidumbre sobre cuál será su duración por la situación inédita que enfrentamos, sigo considerando que ésta será transitoria”, señala Borja.

El alza en un cuarto de punto porcentual de la tasa de referencia, empujará mayores costos financieros que impactarán a las familias.

En momentos cuando la economía no levanta, golpear al mercado interno es lo menos inteligente.

En el PIB nacional el factor de consumo se ha debilitado de forma importante desde el segundo trimestre del año pasado.

A la fecha es hora que dicha variable se mueve de forma marginal al igual que la inversión y el gasto gubernamental.

El comercio exterior brilla con luz propia, pero en contra de una recuperación del mercado interno donde las ventas internacionales avanzan al igual que las importaciones. Empero, las compras de mexicanos en el extranjero enfocan más en bienes de consumo más que en los de capital.

En este difuso entorno, el alza de tasa de Banxico se contrapone a los esfuerzos de corto plazo del Gobierno federal de recuperar el crecimiento económico para sacar al empleo “del hoyo”.

Subir el costo financiero en tiempos de recesión, es una amarga medicina para la inversión productiva y sobre todo para el poder de compra de las familias.

jvillegas@correorevista.com

Twitter: @JvillegasJavier

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