A veces nos resulta difícil aceptar los hechos, más cuando tenemos una opinión, sobre los temas involucrados, diferente a la generalizada. Para nosotros, la comunidad científica sonorense, nos es importante tener de la sociedad, del empresario, del estudiante, de los gobernantes y funcionarios públicos, su opinión sobre la ciencia y la investigación científica; en particular, de la ciencia y la investigación científica sonorense.
Su opinión sobre qué hacemos, para qué sirve, dónde está, cuál es su valor, cuál su impacto y trascendencia. ¿Tendrán el gobierno estatal y los municipales alguna estadística el respecto?
Si no la hay, habría que generarla a la brevedad. Tal vez nos sea difícil aceptar los hechos cuando nos demos cuenta de que no existe opinión válida alguna. Lo malo del asunto es que esta carencia de opinión deriva del desconocimiento de la existencia misma de la ciencia e investigación científica sonorense. ¿Cómo cambiar este escenario viejo y gastado que no nos ha llevado a ningún lado, salvo a una mayor dependencia tecnológica? Me pregunto si aún mantenemos el status de exportadores de mano de obra por un lado y de fuertes importadores de tecnología por el otro. Creo saber la respuesta.
Todos tenemos que saber, y estar convencidos de ello, de que la ciencia e investigación científica sonorense son el futuro, el progreso y el bienestar social de nuestro Estado. Saquemos a la ciencia de los laboratorios y ayudémosla a que tome las calles; posicionémosla en el sentir ciudadano como el mejor garante de progreso. Ya son muchos países, y no solo los tradicionalmente ricos y poderosos, que nos están dando vivo ejemplo de ello.
Promovamos nuestra ciencia rompiendo los inoperantes paradigmas y anquilosados arquetipos. Vistamos a la ciencia sonorense de ciudadano importante, de presente y actualidad; de utilidad y servicio; de valor, innovación y trascendencia. No sigamos perdiendo oportunidades. La globalización no es la única respuesta; seguimos siendo Estado y País. Queremos hacer precisamente eso: Participar.
Mostrar lo que hacemos y demostrar lo que podemos hacer si trabajamos juntos, sociedad, empresarios, gobierno y academia. Hemos hablado mucho de ello; es hora de pasar a los hechos. ¿Cuántos compromisos inconclusos tenemos relacionados con la salud, con la nutrición, con la producción de alimentos, con la calidad de la educación, con la pobreza e inequidad, con la eficiencia productiva, con el desarrollo regional, con la sustentabilidad ambiental, con la desigualdad de género y con la falta de oportunidades, por mencionar solo algunos cuantos? Bueno, pues tenemos propuestas, muchas propuestas; para concretarlas, necesitamos de muchas manos más y no solo de matraces y probetas. Necesitamos las manos de los usuarios.
Los científicos generamos datos; datos que convertimos en resultados; resultados, en productos; productos en propuestas integradoras e innovadoras. Pero hasta ahí; lo que sigue, o sea el desarrollo, el impacto, la generación de riqueza y bienestar, no lo podemos hacer solos, aunque quisiéramos y pudiéramos. Esa parte requiere de la acción de gobierno principalmente, pero los gobiernos sonorenses parecen acientíficos por decir lo menos. Se resisten a dar el valor que merece la ciencia sonorense. ¿Qué podrán hacer los legisladores sonorenses al respecto si no hay interés y menos acción de parte de los ejecutivos?.
(rpacheco@ciad.mx / @rpacheco54)