¡Cobardía y corrupción mediática!

Por Enrique Zavala Urquides.- Este es el más grave error del periodismo, el pretender parecer sin ser, un dilema y paradigma de la máxima importancia, un filtro que pocos pasan y que muchos solo siguen como una forma “moderna del chayote factico”.

Prefieren “vivir tranquilos”, pero son un fraude como personas, como comunicadores, como seres humanos y se convierten en “zombis mediáticos”, en verdaderos engañadores mediáticos del micrófono y escritos, son vividores de quien se deje, se transforman en simples tontos útiles, aunque tengan dinero, recursos y fama.

Ser…

La misión del verdadero periodismo debe ser un compromiso con la verdad, un apostolado dedicado a la defensa filosófica y axiológica de la veracidad y el derecho a estar bien informado, no manipulado por “chayoteros de la noticia” que aparentan ser.

Poco se habla de la terrible corrupción que los medios de comunicación, que pareciera que la corrupción solo estuviera en los gobiernos y servidores públicos, hay pseudoperiodistas que son peores que ellos, que reciben jugosas canonjías y prebendas solo por mentir o sostener mentiras, son aquellos y aquellas que buscan confundirnos y convencernos que lo negros es blanco” y viceversa.

… O solo parecer

Este fenómeno de cobardía y corrupción mediática ha proliferado también en redes sociales, así como en los medios tradicionales, que aparentan ser periodistas legítimos, pero que en realidad son “lacras de la información”, son aquellos que cayeron, son aquellos que aparentan, son aquellos que censuran, son aquellos que ocultan la verdad con un “velo de veracidad” que son un insulto a cualquier inteligencia.

Son los sátrapas del periodismo, son parte integral de la gran corrupción en México poco mencionada, son otros, pero más peligrosos “lobos con piel de oveja”, que viven de las apariencias, del engaño y la mentira mediática, son los que usan de forma irresponsable el poder de la información para medrar y cobrar por ella.

Conclusión

La cobardía es un antivalor asqueroso, más en el periodismo de quienes aparentan sin ser, de quienes usan al periodismo y la noticia como moneda de cambio, muy común en épocas electorales, así mismo es un “gran y lucrativo negocio”, tan lucrativo como perverso.

La cobardía mediática, de ciertos medios y pseudoperiodistas es un grave problema, es la sumisión de las ideas a lo monetario, al mercantilismo periodístico, es la renuncia a la veracidad, a la imparcialidad, es negociar principios y valores por el mercantilismo, es sin duda una forma lastimosa de corrupción ¡Ni más ni menos!

“Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejo de ser importante”. (Ryszard Kapuscinski).

Ezavalaurquides@gmail.com           (Tel. 6623-53.38.41)

Compartir