“El mito del primo delincuente”

Por Enrique Zavala Urquides.-En este país México el concepto de primo delincuente es un Concepto de alto riesgo, distorsionado y mal valorado por jueces, sociedad y Gobierno, ¡es un factor de alto riesgo! .
Al primo delincuente se le valora y determina su “ status”, por la simple edad cronológica, esa es la generalidad, sin considerar que no están determinados por cumplir 18 años solamente, edad de imputación como adulto de un menor y adolescente, sino que es un tema multifactorial, determinista y lapidario.

La psicología de la conducta delictiva
Durante décadas me he dedicado a estudiar la psicología de la conducta criminal y delictiva, reconociendo que ha cambiado muchísimo respecto a menores infractores y adolescentes, que hoy presentan factores de riesgo insospechados, que se generan dentro de la familia, por conductas cada vez más estresantes y preocupantes.
Las motivaciones y circunstancias deterministas del menor de edad son muy diferentes, lo que genera el mito del primo delincuente, por generar conductas ofensoras más graves y preocupantes, aunadas a una permisividad y falta de supervisión familiar y comunitaria, que hacen de las reincidencias un tema cotidiano.
Niños sicarios, tiradores, etcétera….
Hoy tenemos conductas delictivas y ofensoras en menores, nunca antes vistas, o al menos tan generalizadas, antes era muy común enviar a las correccionales “al chamaco malcriado”, que cometía pequeñas ofensas como robos de mínima cuantía y actitudes antisociales producto del mínimo control de las emociones, etcétera.
Hoy estamos ante un entorno distinto, donde esos menores infractores, que son inimputables en su mayoría, salvo casos extremos, cometen otro tipo de delitos y crimen es de alto impacto, conductas delictivas determinadas por el consumo de sustancias prohibidas, influenciadas por “la modernidad” y el crimen organizado…
Hoy es común ver dentro de las instituciones de detención de menores, niños y adolescentes imputados por homicidios, por ser niños sicarios, tiradores de drogas o ser usados como “burreros o mulas” en el trasiego de enervantes, expuesto al crimen organizado, quien lo reclutan, adoctrina y los usa…. GRAVISIMO!….

Conclusión
Por lo anterior la primo delincuencia es un mito en este país, se deben respetar los derechos humanos de los menores, eso sin duda, pero también no nos debemos “chupar el dedo”, ya que estamos, ante nuevos escenarios delictivos, ante conductas agravadas que deben reconocerse y ponerles atención, porque de lo contrario las consecuencias son! Terribles!..…
El considerar como primo delincuente a una persona por solo cumplir 18 años y ser juzgado como adulto es un grave error, debe haber sin estigmatizarlo, un “vaso comunicante”, entre su conducta ofensor a previa como menor, para brindarle catálogos de servicios penitenciarios útiles y efectivos para su potencial reinserción social, de no hacerlo, ¡crecerá aún más la delincuencia y criminalidad!. Por desgracia. ¡Ni más, ni menos!.

“El primo delincuente en realidad, no es determinado por cumplir 18 años, sino que es determinado por su conducta delictiva y ofensora”. (Enrique Zavala)