Por Javier Villegas Orpinela.-Después de la pandemia sanitaria el número de empresas en Sonora ha empezado a aumentar, pero aún está por debajo del nivel que se registraba en el 2019.
Hace ya tres años había en el Estado 123 mil 701 unidades económicas y a la fecha la cifra es de 118 mil 972.
La caída en dicho periodo ha sido del 3.8 por ciento, equivalente a más de 4 mil 720 empresas que pasaron “a mejor vida”.
Desde la segunda mitad del año pasado inició el repunte de la apertura de unidades económicas, sobre todo en el sector maquilador y manufacturero.
Y tal mejoría no necesariamente responde a un regreso de la demanda interna, sino más bien a la recuperación del consumo externo.
Debe apuntarse que la integración de la proveeduría local con las empresas exportadoras se mueve a tono con las nuevas inversiones foráneas, pero aún no lo suficiente como para que su impacto sea importante en la economía sonorense.
Luego entonces el PIB estatal crece aunque no con el vigor de las nuevas maquiladoras y de los negocios manufactureros que aterrizan en Sonora.
Cabe señalar que la estructura económica sonorense se apoya en un 36 por ciento en el comercio al menudeo, en un 18 por ciento en otros servicios (sin contar los gubernamentales) y en un 12 por ciento en los servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas.
Otro 12 por ciento lo representa el ramo manufacturero y un 5 por ciento los servicios de salud y asistencia social.
Así que más de las dos terceras partes de la actividad económica estatal la movilizan el comercio y los servicios.
Aquí podemos decir que los grandes motores del PIB sonorense lo representan las micro y pequeñas empresas que se desenvuelven más en el comercio y los servicios al menudeo.
Las empresas “tractoras” (las más grandes que hay en Sonora) tienen su peso en la economía del Estado, pero aún les falta impulsar la proveeduría local para que su impacto sea realmente más contundente.
Las grandes del sector primario, ramo que pesa el 7 por ciento en el PIB del Estado, son: Bachoco, Kowi, Yoreme, Grupo Alta, Corporativo Gemso, Agrícola Bay Hermanos, Agrícola los Nogales, Guaymas Protein Company, Citrus Game, Sardinas de Sonora, Baranzini y Asociados, Grupo Juan Carlos Ochoa, Agropecuaria Malichita, Frigorífica Sonorense, Pipestone, Norson, Grupo Molina, Viñedos Castelo, Rancho el 17, JC Carnes, Carranza, Munsa, Vimizo, Ojai, Campos Mazón, entre otros.
En el secundario (industrial), cuyo peso en la economía estatal es del 25 por ciento, destacan: Ford, Zovele, Maquilas TetaKawi, Grupo Collectron, TE Connectivity, Constellation Brands, Stanley Black&Decker, Yazaki, Martín Rea, Faurecia, Carrier, Amazon, LDM, Saru, Grupo México, Peñoles, Cemex, Bimbo, Pagasa, Apasco, Pepe Coppel Inmobiliaria, Derex, Canoras, Construvisión, Norberto Larrinaga y Asociados, Mazón Hermanos Inmobiliaria, Luebbert Grupo, etc.
Y en el terciario (servicios y comercio) cuya ponderación es del 65 por ciento en el PIBE, figuran: Caffenio, CT Internacional, Transportes Pitic, Qualisys, Parafinanciera Gemso, Financiera Molina, Grupo Tapia Hermanos, Grupo Dabdoub, Grupo Periódicos Healy, Periódicos Sonorenses, Televisora del Pacífico y Franquicias varias.
La recuperación se asoma no obstante la incertidumbre.
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