Hoy, a votar bien

Por Ramón Pacheco Aguilar.- Por más de 90 días fuimos presa del ejercicio democrático por excelencia en la vida política actual en nuestro Estado y País. Un ejercicio con un millonario costo económico donde el “pan y circo” exhibido por los/as candidatos fue sufragado por el ciudadano y del cual ignoramos su monto.

Finalmente, las ficticias diferencias entre partidos y personajes de toda gama, se dirimirán hoy en la silenciosa quietud de las urnas.

Ubicándonos en nuestro Sonora, me pregunto si las promesas, muy fundamentadas por cierto, expresadas por los/as “suspirantes” tendrán como complemento el presupuesto para su comprometido y obligado cumplimiento. O tal vez, pero solo tal vez, ¿sabían desde siempre de su falsedad?  Pronto lo sabremos. A partir del siete, todos los “qué hacer” prometidos deberán trocarse en el “cómo y con que hacerlos”. Vaya compromisos adquiridos. 

Espero no hayan sido irresponsablemente hechos cual si fueren espejitos para capturar la atención de nosotros los votantes.

Aún en esta sequía, los/as “suspirantes” cruzaron el Rubicon. La vuelta para atrás solo será por incumplimiento. Las contiendas fueron pintorescas, entretenidas, muchas veces fatuas. Qué predomino en ellas, ¿la verdad o la mentira? ¿lo posible o lo probable? ¿Aprendimos de los/as candidatos? ¿Los/as conocimos al menos? ¿Cuál es nuestro balance? ¿Valieron la pena tantos días? ¿O las respuestas quedarán en el aire y se la llevara el viento tal como lo escribiera (y cantara) Dylan?

Esperemos que el espíritu democrático nos una en torno al resultado, independientemente que nuestros/as candidatos sean o no lo ungidos como los nuevos gobernantes. 

Que el ánimo de confrontación azuzado por los “suspirantes” durante las campañas, de paso a la armonía y al deseo de trabajo en comunidad por y para el bien de todos. Decían los filósofos clásicos que los gobernantes debiesen ser la imagen y semejanza de los dioses. Veremos si los/as triunfadores poseen los atributos para ello.

Los ciudadanos tenemos el derecho y el deseo de descansar de tanto enfrentamiento y encono sinrazón al que cotidianamente estuvimos expuestos 24/7 por más de tres meses.

A los “ganadores” (por llamarles de alguna forma), les llegó la hora de diferenciar lo necesario de lo urgente. La educación, la salud, la vivienda digna, la seguridad, el empleo seguro y bien remunerado, el agua potable, el combate a la indigencia y la pobreza galopante, deberán estar por encima de la cuatro carriles a Kino, del bacheo al 100, y de la reactivación de La Sauceda, entre otras muchas acciones. 

Todos/as los “suspirantes” presumieron con su palabra, con su discurso, con su elegante retórica en algunos casos, vergonzosa y corriente en otros; pero ello, ya es cosa del pasado. Ahora veremos “si como roncan duermen”, disculpándome por lo coloquial de la popular expresión.  

No quiero terminar mi contribución de esta semana sin hacer un reclamo, un extrañamiento, una llamada de atención a todo/as por igual, por haber dejado fuera de toda consideración, de toda mención, a la ciencia sonorense.

Mostraron con ello una actitud, si no anticientífica, sí acientífica. La ciencia es una de las variables más significativas en la ecuación de desarrollo.

 Sepan, pues, que no pueden ni podrán prescindir de ella en sus planes y programas de gobierno, si pretenden tener éxito.

No obstante lo anterior, como buen demócrata, doy la bienvenida a los/las nuevos gobernantes sonorenses, en el entendido de que Sonora es la casa de todos, deseándoles por nuestro bien, lo mejor en su gestión. Que así sea. 

 (rpacheco@ciad.mx / @rpacheco54)

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