La democracia de las responsabilidades

Por.- Enrique Zavala Urquides.- Los diferentes tipos de democracia que existen, entre ellas la democracia indirecta o representativa, democracia semidirecta o participativa, así como la electoral no sirven de nada si no se convierten en un modelo de democracia de las responsabilidades.

Eso nos puede pasar otra vez en México porque ya nos ha pasado, desde aquella perversa frase de que “La corrupción somos todos”, hasta “hacer de este País un País de leyes”, o de la “lucha implacable contra la corrupción”.

Ni, alimañas, tampoco víboras prietas ni tepocatas

Pongo el ejemplo del “alto vacio”, apodo que de forma por demás merecida le puso Porfirio Muñoz Ledo a Vicente Fox, que, en combinación con su blandengues, ignorancia, ineptitud y falta de inteligencia, perdió la oportunidad histórica de cambiar a este País, “no metio al bote ni a charalitos”. 

Por el contrario, se unió a esa recua de “alimañas, víboras prietas y tepocatas”, representadas por el PRIAN. Engendradas por el mismo, Martita Sahagún y los Bribiesca, a quienes les hizo “justicia la revolución” volviéndolos también “nuevos ricos”, en lugar de combatir la corrupción fueron protagonistas de ella.

La democracia del servicio público

La democracia de las responsabilidades es hacer realidad el verdadero servicio público, pasar de la democracia electoral a ese nivel superior que responda a los ciudadanos, que haga realidad la justicia derivada de la democracia y el deber cumplido, que dé resultados al ciudadano y no a los intereses propios y particulares.

El servicio público íntegro es el centro de la democracia de las responsabilidades, es la razón de ser del buen gobierno y de los mexicanos y sonorenses bien nacidos, obligación ineludible de los elegidos en las urnas, responsabilidad inherente a los puestos públicos, aunque muchos y muchas piensen que esto es “quijotesco” y utópico, es el nivel superior del servicio público.

Conclusión

La democracia electoral y todas las que le siguen no sirven de nada si no se tranforman en la democracia de las responsabilidades, sustentada en la rendición de cuentas, combate a la corrupción e impunidad, pero sobre todo la transparencia total del ejercicio y accionar de la función pública.

Gobernar bien no es una entelequia ni utopía, es una obligación ética y moral de todos los que son capaces de servir, de aquellos y aquellas que son honestos e íntegros, NO de aquellos y aquellas que traicionan, mienten y roban… La democracia de las responsabilidades es toral para México, para Sonora, es vital para su transformación y fincar responsabilidades…. ¡Ni más, ni menos!.

“La democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”. (Abraham Lincoln)

Ezavalaurquides@gmail.com                                                                          @Enrique62633871                                     (Tel. 6623-53.38.41)

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