Por Enrique Zavala.– La mesa de la seguridad publica figuradamente es una “mesa de cuatro patas” que deben todas estar muy fuertes para enfrentar a la delincuencia y criminalidad, es una labor multidisciplinaria en la que no debemos fallar, en especial contra el crimen organizado.
Estas son la clave para combatir las conductas ofensoras, ya sean del fuero común o federal, es la materialización e implementación de políticas públicas que nos brinden seguridad y tranquilidad a los sonorenses, esta mesa de cuatro patas es la que deberá fortalecerse en este nuevo gobierno estatal que tomara posesión este 13 de septiembre.
La fiscalía y el supremo tribunal
Las primeras dos patas son la Fiscalía y el Supremo Tribunal de Justicia de Sonora, quienes tienen la misión de producir y procesar información judicializable que condenen a los indiciados, esto dentro del sistema penal acusatorio, que ya no es tan nuevo pero que demanda investigaciones profesionales y científicas para tener éxito. Para generar información judicializable, a partir del informe homologado de los primeros respondientes, no es fácil, pero es toral, básica para lograr vincular a proceso a los ofensores, y así lograr la seguridad pública, en consecuencia, hacer justicia.
Lo anterior está muy débil en nuestro estado, será un gran reto transformar ambas instancias que se han quedado atrás y que no han convertido su autonomía en un círculo virtuoso, más bien están trabadas, hundidas entre la ineptitud y corrupción, entre los intereses y la política, allí esta la muerte del exprocurador Abel Murrieta, impune y sin resultado alguno a casi cuatro meses de su asesinato, entre otros muchos casos….
Las policías y la ciudadanía
La tercera pata, son las policías, de los tres niveles de Gobierno, ya bien se trate de las policías municipales, estatales, el ejército, la marina, la guardia nacional etcétera, que deben lograr una coordinación interinstitucional para ser funcionales, con mandos efectivos, además entrar en un proceso de depuración, mejoramiento, dignificación y hacer también realidad los controles de confianza a fondo.
La cuarta pata, así como la cuarta transformación, somos usted y yo, nosotros la ciudadanía, quienes somos victimas de la inseguridad pública, que debemos entrar en la cultura de la denuncia a fondo, exigiendo nuestros derechos, que los tenemos, pero pocos los ejercemos, para eliminar la terrible impunidad que padecemos, para ser partícipes también de la seguridad pública, ya que sin la denuncia efectiva es imposible lograrla.
Conclusión
Debemos entender que esta “mesa de cuatro patas” es fundamental para lograr la seguridad pública y justicia en todo sentido, que deben estar “alineadas y sincronizadas”, en estrategias efectivas de seguridad, que logren la trazabilidad y transparencias de los procesos, con una coordinación efectiva para que conviertan los círculos viciosos en círculos virtuosos.
En el próximo sexenio el lograr la pacificación de Sonora será vital, esa será la misión de Alfonso Durazo como Gobernador en funciones, para retomar el camino de progreso, debemos sacar al frente el verdadero espíritu del Sonorense, que es de trabajo, esfuerzo y liderazgo, para no tolerar y validar la cultura del narco, del crimen organizado, de la corrupción y de los abusos… ¡Ni más, ni menos!
«No vengo a destruir, esa palabra nunca ha estado en mi vocabulario; vengo a construir y a trasformar para que el gobierno sirva auténticamente a las y los sonorenses»
Alfonso Durazo Montaño