Por Sergio Alonso Méndez.-La Noticia:
Brasil, la mayor democracia de América Latina, elegirá a su próximo presidente en segunda vuelta después de que ningún candidato alcanzara en la primera el 50% de votos necesarios para proclamarse vencedor… (bbc.com).
Comentario:
Para Lula y sus seguidores el resultado de la primera vuelta fue decepcionante. Las encuestas daban incluso un 14% de ventaja sobre Bolsonaro y un total de más del 50% que hubiera evitado la segunda vuelta. A Bolsonaro le fue mejor de lo esperado aún en contra de sus alegatos de un posible fraude. Obtuvo 43% versus los 48% de Lula. ¿Qué pasó en Brasil? ¿Quién es el favorito para la segunda vuelta y así convertirse en el próximo presidente de Brasil?
Aunque siempre se ha dicho que las encuestas pueden fallar, la diferencia esta vez (14 puntos de diferencia se convirtieron en solo cinco) amerita buscar una explicación. Al parecer las encuestas sobrevaloraron la opinión del segmento de bajos recursos que votó casi en masa por Lula. De hecho, Brasil se dividió en dos en la votación: los estados del norte, de clases populares y de la selva, se orientaron por Lula. Los estados del sur, de clase media e industriales, prefirieron a Bolsonaro. También, los bolsonaristas prefirieron guardar silencio ante los encuestadores por no confiar en ellos. El punto es que Brasil se dividió en dos.
Aunque había cuatro candidatos, antes de la votación la gente sabía que solo dos pelearían y una buena cantidad de gente apostó su voto útil para que el “menos malo” ganara. Los brasileños no olvidan una caída económica en 2012-2014 cuando Lula era presidente y muchos sospechan de él por el escándalo de corrupción conocido como “Lava Jato,” debido al cual Lula pasó 18 meses en la cárcel. Esto, a pesar de que finalmente fue absuelto. En tanto, a Bolsonaro le critican su mal manejo del Covid-19, el cual comparó a una “gripita” e hizo que Brasil tuviera más de 685,000 muertos, además de que lo culpan por la inflación que llegó al 12%. Esto, a pesar de que la inflación ya retrocedió al 8%.
Para la segunda vuelta Lula tiene esa ventaja de cinco puntos porcentuales que podría aumentar gracias a que los otros candidatos de la primera vuelta han indicado a sus seguidores que lo respalden. Así que parte como favorito. Bolsonaro tiene la tarea de convencer a más gente, sobre todo del sector de bajos recursos. Para ello, más que mítines, lo que hará será repartir, antes de las elecciones, los montos de los programas sociales a los pobres. Su lema es: “sé que la gente desea un cambio, pero algunos cambios son para empeorar.”
Bolsonaro, además, sigue insistiendo que el sistema para votar puede ser interferido para favorecer a Lula y que, si no gana él, será indicativo de fraude. Lula es favorito, pero Bolsonaro puede ser un mal perdedor, al estilo de Trump, y eso tiene en tensión a Brasil. Veremos qué pasa el próximo 30 de octubre.
Sergio Alonso Méndez posee un doctorado en Negocios Internacionales por parte de la Universidad de Texas
salonsomendez@gmail.com