Por Manuel Valenzuela Valenzuela.-Con la confirmación de la inversión de TESLA en la mega planta de ensamblaje de autos eléctricos en Santa Catarina, Nuevo León, México se confirma como el país que más ventajas competitivas tiene en América del Norte para ser cede de proyectos de gran alcance en materia de electromovilidad.
No es un dato menor, se trata del área que va a sustituir a los motores de combustión interna que dominaron la industria automotriz del siglo XX y que prevalece hasta hoy.
El anuncio de TESLA es el séptimo de los que han dado las grandes firmas automotrices en el sentido de fabricar autos eléctricos en nuestro país. Antes lo hicieron, BMW que lo hará en San Luis Potosí; Audi en Puebla, Ford en Cuautitlán, Estado de México, General Motors en Ramos Arizpe, Coahuila; Stellantis (antes Chrysler) en Saltillo, Coahuila; y Nissan en Aguascalientes. Quizá no estemos muy lejos de que también Toyota, Honda, Volkswagen y Kia anuncien planes similares en los próximos meses.
Las grandes firmas automotrices planean establecer plantas nuevas o ampliar las que ya tienen en México para fabricar autos eléctricos que, en su mayoría, estarían destinados a la exportación hacia Estados Unidos y Canadá, aunque también hacia Europa y América del Sur y, desde luego para abastecer la demanda del mercado interno nacional. Hoy, 87de cada 100 vehículos que se fabrican en el país son para exportación.
Decisiones de inversión como la de TESLA y las demás empresas del ramo, no se toman a la ligera, lo hacen en base a estudios de factibilidad y de localización que les garanticen producir autos de calidad al menor costo posible para competir en los diversos mercados.
México tiene las ventajas competitivas que soportan las decisiones de estas empresas.
Más allá de la cercanía geográfica con los Estados Unidos, están los tratados de libre comercio que México tiene con más de cuarenta países, especialmente el anterior TLC y actual T-MEC que le garantiza acceso preferencial al mercado de Norteamérica.
Adicionalmente, México posee mano de obra calificada que soporta no solo la manufactura sino también los procesos de “mente factura” que soportan la producción cada vez más robotizada de la industria automotriz actual.
De acuerdo con información publicada por El Financiero, la consultoría “Thompson Reuter and Baker Tilly” estimó que en México el costo de la mano obra es 26.1 por ciento más barata comparada con la de China, lo que, sumado a las otras condiciones favorables mencionadas, hace que nuestro país tenga ventajas competitivas para atraer a este tipo de inversiones.
Otro elemento que sin duda está jugando en este proceso es el proceso de relocalización de las cadenas productivas mundiales, también llamado nearshoring, que también favorece a México.
En particular, el elemento que está acelerando el proceso de relocalización es la llamada Ley de CHIPS, aprobada el año pasado por el Congreso de los Estados Unidos, que permite destinar grandes subsidios a los compradores de autos eléctricos en ese país, siempre y cuando los vehículos sean ensamblados en Norteamérica.
Pero volviendo a TESLA, el anuncio de su inversión en Nuevo León pone a México en un lugar muy importante de la estrategia de expansión de esta gran empresa.
En Nuevo León ellos van a fabricar el auto eléctrico de más bajo costo -y como consecuencia precio- (entre 25 mil y 30 mil dólares la unidad), que les permitirá ser accesibles a las capas medias y, por tanto, masificar su producción. En 2022 TESLA vendió 1.3 millones de vehículos a nivel mundial y tiene planes de vender 20 millones de unidades en 2030.
Para hacer realidad ese propósito, México es una pieza fundamental.
Aun no se han anunciado los detalles de la inversión en México, pero se ha filtrado que será una inversión inicial de unos 4 mil 500 a 5 mil millones de dólares y que podrían generarse unos 35 mil empleos entre directos e indirectos.
No sabemos si esos sean los números correctos, pero no hay duda de que es un proyecto muy grande. La cadena de proveeduría sin duda será muy amplia y seguramente beneficiará a varios estados de la república, incluyendo tal vez a Sonora.
Además de la planta ensambladora y de la fabricación de baterías se han mencionado también otros proyectos del Sr. Elon Musk en áreas como en equipo aeroespacial y desarrollo científico. Esperemos a que se den los datos completos del proyecto y entonces podremos evaluar en su conjunto el impacto para la economía mexicana.
Por lo pronto no hay duda de que, con la inversión de TESLA y el resto de las firmas automotrices, México se coloca en el corazón de la electromovilidad.