Por Joel Enrique Espejel Blanco.- Ante los cambios disruptivos mundiales derivados de la pandemia, los gobiernos, los empresarios y los organismos de la sociedad organizada deben actuar en consecuencia para enfrentar los desafíos científicos y tecnológicos para lograr la recuperación del tejido social y productivo de sus países.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presentó “Perspectivas de la OCDE sobre ciencia, tecnología e innovación para 2021: tiempos de crisis y oportunidades”, que destaca las medidas que deben adoptar y adaptar los gobiernos en dichos aspectos.
El análisis internacional pone de manifiesto que de cara al futuro, las Políticas de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) deben recalibrarse para abordar los desafíos de sostenibilidad, inclusión y resiliencia en el largo plazo. Los gobiernos nacionales deberán repensar las acciones científicas y tecnológicas en varios aspectos para hacer frente a la pandemia.
Las Políticas de CTI deben enfocarse en: 1) poder orientar los esfuerzos de innovación hacia donde más se necesitan, con el diseño de medidas directas para I + D para apoyar la investigación a largo plazo y de alto riesgo, y focalizar innovaciones que generen bienes públicos (sector salud), o tienen un alto potencial de difusión de conocimientos.
2) Abordar problemas complejos como COVID-19 y las transiciones de sostenibilidad subraya la necesidad de una investigación transdisciplinaria a la que las normas e instituciones del sistema científico actual no están adaptadas.
Por tanto, se debe promover la investigación que involucre a diferentes disciplinas y sectores para abordar desafíos complejos.
3) Vincular el apoyo a las tecnologías emergentes, como la ingeniería, la biología y la robótica, con misiones más amplias como la resiliencia de la salud que encapsulan los principios de innovación responsable, para anticipar problemas en el curso de la innovación y dirigir la tecnología hacia mejores resultados.
4) Reformar la formación de doctorado y posdoctorado para apoyar una diversidad de trayectorias profesionales es esencial para mejorar la capacidad de las sociedades para reaccionar ante las crisis, además hacer frente a desafíos futuros como el cambio climático que requieren respuestas basadas en la ciencia.
5) Aumentar la cooperación internacional en CTI para enfrentar los desafíos globales que requieren soluciones globales; y 6) Renovar sus marcos de políticas y sus capacidades para cumplir con una agenda de políticas de CTI más ambiciosa, resilientes, ágiles y dinámicas para adaptarse y aprender frente a entornos que cambian rápidamente.
En conclusión, para hacer frente a las crisis sanitaria, social y económica, los gobiernos deben enfocar los esfuerzos en: 1) Políticas educativas que promuevan las habilidades digitales y competencias de automatización; 2) Políticas de ciencia y tecnología que incentiven la investigación transdisciplinaria; y 3) Programas de reactivación de los sistemas de innovación nacional y los estatales.
(jespejel@gmail.com/ @EspejelJoel)Profesor universitario y Presidente del Colegio de Economistas de Sonora.