Por Ramón Pacheco Aguilar.-Ecología es la rama del conocimiento que estudia las relaciones de los organismos vivos entre sí y con su entorno. Por ello, la ecología urbana es un tema que debe estar sobre la mesa en cualquier programa o plan de gobierno; más, sin embargo, esto se siente ajeno a la realidad actual que nos toca vivir en nuestra ciudad capital. El crecimiento urbano de Hermosillo se antoja desmesurado y sin plantación alguna, ocasionando los trastornos a los que estamos expuestos diariamente: exceso de tráfico, carencia de áreas verdes, basura y suciedad, contaminación visual, industrias generadoras de contaminación, plagas, etc. Sin duda, mientras más crecemos, la demanda de recursos para satisfacer nuestras necesidades cotidianas se incrementa; por ello, tenemos que planear nuestro crecimiento urbano para no tener que perderlo todo.
La ecología urbana y la urbanización están íntimamente relacionadas. Mediante la segunda, se modifican los sistemas naturales preexistentes en la zona como resultado del cambio en el uso del suelo; lo que a su vez, genera alteraciones en el clima. Esto último ya lo comenzamos a sentir pues ahora todo mundo habla del cambio climático sin responsabilizamos del mismo. Somos cómplices en un «disimulo avestruziano».
Con un buen soporte científico y metodológico debemos mejorar nuestra toma de decisiones en manejo y planeación urbana. Preguntémonos que tan sólidos son nuestros fundamentos y conocimientos ecológicos básicos y partamos de ello. Si nos son ajenos, adquirámoslos. La vida en las zonas urbanas presenta muchas ventajas, pero todas ellas deben estar acompañadas del componente de calidad. El urbanismo no tiene por qué estar reñido con la naturaleza; más bien, ambos deben encontrar su plena identificación a través del manejo eficiente y la planeación efectiva de las zonas urbanas.
En este orden de cosas, que opinión tenemos del «paisaje» que nos ofrece nuestra ciudad de Hermosillo. ¿Nos gusta? ¿Cuáles son sus deficiencias? ¿Podemos hacer algo para mejorarlo? ¿Cuánta biodiversidad de flora y fauna nos brinda? ¿Tenemos suficientes zonas verdes? ¿Cuidamos nuestros parques, nuestros jardines y nuestros camellones adecuadamente? ¿Hemos pensado en ello? Creo que me excedí en preguntas, pero lo bueno es que, como siempre y como debe de ser, cada pregunta tiene su respuesta. Generémoslas y evaluémoslas.
En Hermosillo y en todo nuestro estado hay muchos investigadores expertos en los temas de urbanismo, ecología urbana, ambiente y sustentabilidad. El estado debe aprovecharlos para que sus conocimientos se transformen, en el corto plazo, en calidad de vida para todos los sonorenses.
El tema está siendo recurrentemente comentado en los medios informativos y en las redes sociales. Vemos con gusto e interés que la ciudadanía se involucra cada vez más en dar respuesta al caos ecológico/urbano, pues se da cuenta de que los “gobiernos” no entienden el tema o no los interesa. Ojalá que los gobernantes que están a punto de “tomar cargo” puedan, al menos, simular su interés.