Va para largo la inflación mayor al 5%

Especial.

Por Javier Villegas Orpinela.– El crecimiento continuo de precios de los productos de la canasta básica se acercó en el mes de julio a un 6 por ciento anual.

Este nivel inflacionario es el doble de la tasa objetivo que se ha impuesto el Banco de México, que es del 3 por ciento con un margen de maniobra de más menos un punto porcentual.

Como usted sabe, Banxico es la institución encargada de velar por la estabilidad de precios en el País mediante el manejo de la política monetaria.

Y para ello el Banco Central que encabeza el economista Alejandro García de León influye frecuentemente en los mercados ajustando al alza o a la baja las tasas de interés de referencia.

En estos días la junta de Gobierno de la institución bancaria acordó subir en 25 puntos base dicha tasa para cerrarla en el nivel de 4.5 por ciento.

Con esta decisión buscan contenerse la inflación en el País para alcanzar pronto y el ansiado 3 por ciento.

Sin embargo, los especialistas del sector privado prevéen que la medición anual de la inflación general y subyacente disminuya especialmente a partir de horizontes mayores a un año y que converja a la meta de 3 por ciento en el primer trimestre de 2023. La inflación subyacente (o inflación básica) considera en su cálculo los productos energéticos y los alimenticios sin elaborar.

Entonces, la inflación general y subyacente, que registraron tasas anuales de 5.81 y 4.66 por ciento en julio, respectivamente, se han visto presionadas por la inflación global y las afectaciones en las cadenas de suministro y las expectativas de inflación general y subyacente en 2021 volvieron a aumentar, y las de mediano y largo plazos se mantuvieron relativamente estables en niveles superiores a la meta.

Según Banxico, la condición de la inflación global continuó presentando aumentos por presiones en precios de materias primas, efectos de base de comparación y cuellos de botella en la producción.

En medio de este panorama, Banxico actualiza las trayectorias esperadas para la inflación y estas se vuelven más elevadas, que las publicadas en el último Informe Trimestral.

Obvia decir que las previsiones están sujetas a riesgos y choques adicionales:

– Al alza: presiones inflacionarias externas, presiones de costos, persistencia en la inflación subyacente, depreciación cambiaria y aumentos en los precios agropecuarios.

– A la baja: efectos de la brecha negativa del producto, mayor distanciamiento social, apreciación cambiaria.

Pero no obstante que la inflación en México mantiene su tendencia alcista, el desempleo no da visos de retroceder.

Ciertamente la pandemia ha debilitado esta relación inversa que debe existir entre la inflación y el desempleo (a mayor inflación menos desempleo y viceversa), sin embargo, también tiene “vela en el entierro” la incierta política económica del Gobierno de la 4T.

En Sonora la inflación también hace ruido y con ello se deteriora aún más el debilitado poder de compra de las familias porque “este cáncer de precios” le pega más a los que menos tienen. Y por si fuera poco, esta pesadilla inflacionaria va para largo.

jvillegas@correorevista.com

Twitter: @JvillegasJavier

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