Por Redacción/CORREO.- En la mañanera de ayer martes “los cebollazos” estuvieron a la orden del día entre el Presidente Andrés Manuel López Obrador y el mandatario argentino Alberto Fernández.
Los dos se reconocieron como amigos y curiosamente coincidieron en sus resentimientos contra el pasado, contra los medios de comunicación y hasta con los organismos internacionales.
Y aunque la emergencia sanitaria reporta malos resultados tanto en México como en Argentina, los dos presidentes se esmeraron en la mañanera para presumir el rescate de sus sistemas de salud y defendieron sus respectivas estrategias anti-Covid.
Fernández tomo el micrófono y le echo flores a su homologo diciendo, “(lo) respeto sinceramente por sus valores políticos y por el enorme esfuerzo que hace por recuperar un México que al tiempo que le tocó asumir la presidencia estaba en situaciones difíciles”.
Antes López Obrador saludo a su visitante de lujo señalando, “tenemos de invitado a Alberto Fernández, Presidente de Argentina, amigo nuestro, representante de un pueblo hermano, fraterno, como es el pueblo de Argentina”.
Por la tarde, el Presidente Argentino estuvo en la Cámara de Senadores. Ahí hizo un llamado a la unidad a toda Latinoamérica, pues el subcontinente, aquejado por desigualdades y un pasado centenario en común, tiene la oportunidad histórica de encabezar una transformación mundial
