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Asesinato de Charlie Kirk

"Tiroteos en las escuelas, en las empresas, en las calles… Sólo nos queda volver la vista al cielo."

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La Noticia:

En las horas que siguieron a la muerte del activista conservador estadounidense Charlie Kirk, ocurrió un intercambio de mensajes de texto en los que su presunto asesino, Tyler Robinson, habría reconocido su participación en el suceso… (bbc.com).

Comentario:

Debe quedar claro que nada justifica el asesinato con premeditación, alevosía y ventaja de una persona por expresar su opinión (por muy debatibles que sean sus posturas). Pero conviene entender qué está pasando en la agenda de la víctima, la mente del asesino y la decadencia de la humanidad. ¿Qué frases controversiales expresó Charlie Kirk? ¿Qué exasperó al asesino?

“Al comprender que el xenófobo estaría en la universidad, una idea se apoderó de su cerebro. Por más que intentó apartarla o buscar argumentos para ignorarla, Tyler se rindió y la aceptó. Buscó el rifle del abuelo, el mismo al que le había marcado varios casquillos y, a falta de estuche, lo envolvió en una toalla. Sin saber con precisión si no sería capturado, dejó una nota abajo del teclado de la computadora dirigida a su pareja. Se dirigió en su auto a la universidad, lo estacionó y, al descender, buscó caminar con naturalidad portando el arma. Buscó los senderos más desocupados y agradeció que los estudiantes se estuvieran congregando en la plaza para escuchar, o debatir, con Charlie Kirk, el xenófobo.

 “Entró al edificio cercano a la plaza calculando que la distancia no impediría dar en el blanco. Más de una vez realizó movimientos laterales para evitar que alguna persona notara que llevaba escondida un arma. También buscó aparecer con naturalidad cuando percibía alguna cámara en el techo. Los nervios lo hacían temblar ligeramente y pensaba si podría mantener el pulso firme al manipular el rifle. Al llegar a la azotea y buscar la ubicación adecuada dudó si debía abortar la acción. Si seguía y fallaba, aún podían atraparlo y encarcelarlo. ¿Qué diría a sus padres?

“Pero entonces las palabras de Kirk se le vinieron a la mente: Creo que vale la pena pagar el precio, por desgracia, de algunas muertes por arma de fuego cada año para que podamos tener la Segunda Enmienda para proteger nuestros otros derechos otorgados por Dios. Kirk defendía el derecho a portar y adquirir armas. Irónico, pensó Tyler. Luego: ¿Les parece bien que tanto Londres como Nueva York tengan alcaldes musulmanes? Racista, pensó Tyler. Para rematar: El fenómeno transgénero es un insulto en la cara a Dios. Eso le caló hondo a Tyler porque su pareja estaba en el proceso de convertirse en mujer. Y eso lo decidió. Ya me harté de su odio, hay odios que no se pueden negociar, pensó Tyler.

“Ajustó bien la mirilla, un aditamento para el rifle de $2,000 dólares, apuntó y ya sin temblor, con la seguridad de estar haciendo lo correcto, disparó… ¡Justo en el cuello! Kirk se desplomó”

Ha existido, al menos en las redes, cierto debate acerca de si Charlie Kirk se lo tenía merecido o no. Debate equivocado. No se trata de discutir si matar a alguien es lo correcto. Si el debate ha llegado ahí, algo anda mal en el mundo. Si van a existir, las armas deberían ser el último recurso en la defensa personal. Nunca un refuerzo a una opinión. Tampoco una venganza.

El caso de Charlie Kirk nos debe hacer reflexionar a dónde ha llegado la humanidad. Tiroteos en las escuelas, en las empresas, en las calles… Sólo nos queda volver la vista al cielo.

Sergio Alonso Méndez posee un doctorado en Negocios Internacionales por parte de la Universidad de Texas

salonsomendez@gmail.com

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Sergio Alonso

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