¿Casualidad?

Ellos se autoengañan creyéndose ser los mejores, los invencibles, los más demócratas, los más justos, pero no. Todas esas características y cualidades, si en algún tiempo las tuvieron, hoy se encuentran completamente corroídas, desgastadas. Se refieren a su país como América, cuando América es todo un continente.

Son un país con gobiernos arbitrarios, invasores, violentos y temerosos y, por ende, xenofóbicos. A nosotros, como sus vecinos al sur, nos ha tocado pagar el pato muchas veces; entre ellas, el perder más de la mitad de nuestro territorio y la continua explotación laboral de nuestros compatriotas que decidieron irse, legal o ilegalmente, a probar mejor fortuna por aquellos rumbos.

Cometer el mismo error dos veces no habla nada bien de ellos. No sé en qué estaban pensando cuando condujeron a Trump a su segundo periodo en la Casa Blanca. Ahora todo el mundo tendremos que soportar sus peligrosas tonterías, en especial nosotros los mexicanos que compartimos 3000 km de frontera. Aquí aplica aquello que dice: “Tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”.

Probablemente tendremos que prepararnos para lo peor. Y digo probablemente porque todos sus planes, que suenan como amenazas, pudiesen ser tan solo fanfarronerías. Por lo pronto, la entrada en vigor de los temidos aranceles se prorrogó un mes, lo que se ha venido considerando como un triunfo de CSP sin realmente serlo, pues coincidentemente con la noticia aparecen 10,000 soldados mexicanos en la frontera, los dos buques de guerra frente a las costas de Baja California, así como aviones de reconocimiento sobrevolando el golfo de California. “Yanquis go home”, es la consigna que tendremos que desempolvar.

La presidenta tiene mucho que hacer para convencer. Primeramente, convocar a la unidad nacional, que dista mucho de ser una convocatoria a la unidad en torno a su gobierno. Creo que esto último no lo logrará y menos si continúa siendo manipulada por López con ejemplos claros como el de no invitar a la ministra Piña al acto conmemorativo del 5 de febrero.

El país se desmorona día a día y las posibilidades de reconstruirlo en el corto plazo son reducidas. Morena seguirá haciendo de las suyas encaminándonos a una dictadura fascista. Todo lo que nuestro País ganó en un largo y sinuoso camino que derivó del 68, aun con los errores conjuntos del PAN y el PRI, no se recuperará de la noche a la mañana una vez que Morena sea expulsado de Palacio Nacional. Tal vez tengamos que vivir una nueva revolución, porque sin ella el camino será muy largo. Estos morenos en seis años han hecho tanto daño.

Sinvergüenzas, corruptos, cínicos y pseudoizquierdistas.

Ahora resulta que tenemos al enemigo dentro y fuera de casa. No perdamos de vista esta relación Trump-CSP pues estoy seguro de que vendrán muchas otras casualidades. ¿Estamos viviendo la calma que antecede a la tormenta? Puede ser.