Ciencia y sociedad
Los siempres y los nuncas para Hermosillo
"No basta hacer, sino mantener. No basta ofrecer, sino cumplir. "

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Mantener una ciudad funcional en todos sus aspectos no es cosa menor; sin embargo, y muy sin embargo, es responsabilidad del gobierno en turno; depende también de su liderazgo para incidir, promover y reconocer las buenas conductas, propuestas y procederes de los ciudadanos que en ella habitan.
No basta hacer, sino mantener. No basta ofrecer, sino cumplir. No basta gastar, sino invertir. Hermosillo como ciudad capital de Sonora y cabecera municipal de su municipio homónimo no escapa a esta dialéctica. Tendríamos como ciudad centenaria mucho de que presumir, pero no podemos hacerlo.
Hay muchos “siempres” (lo que siempre debe haber) que son carencias y que hacen la diferencia entre una ciudad por definición y una gran ciudad por realidad; por ejemplo: 1) Siempre, calles, avenidas, plazas, parques y camellones limpios. 2) Siempre, banquetas y lotes sin maleza. 3) Siempre, vialidades ágiles y en buen estado. 4) Siempre, cuidado de nuestra riqueza arquitectónica. 5) Siempre, transporte público limpio, eficiente y seguro. 6) Siempre, ciudad segura contra la delincuencia. 7) Siempre, infraestructura que proteja a la población de tragedias climáticas como lluvias abundantes. 8) Siempre, ciudad promotora de la cultura y la ciencia. 9) Siempre, autoridades y funcionarios respetuosos y honrados. 10) Siempre, ciudad orgullosa e identificada con su historia. 11) Siempre, hermosillenses responsables, respetuosos, propositivos y participativos. 12) Siempre, ciudadanos y empresarios observantes de leyes y disposiciones. 13) Siempre, una ciudad iluminada. 14) Siempre, ciudad que combate el trabajo infantil y la indigencia. 15) Siempre, banquetas amplias, seguras, libres de obstrucciones y trampas mortales. 16) Siempre, gobernanza total. Sin duda podríamos enumerar muchos más “siempres” si hiciésemos y publicáramos los resultados de un ejercicio colectivo en este sentido. Tal vez para muchos sea algo trivial y sin importancia, pero nuestra ciudad debe ser confortable y segura para así dejar la mala costumbre de quejarnos. ¿De quejarnos, de qué contra quién?
Y de los “Nuncas” (lo que nunca debe haber) que podría decir: 1) Nunca, escasez de agua potable y drenaje en todas las colonias, principalmente las populares. 2) Nunca, apagones. 3) Nunca, inundaciones pluviales. 4) Nunca, perdida de agua por red de drenaje obsoleta. 5) Nunca, tráfico de vehículos pesados en horario que violan las disposiciones de tránsito. 6) Nunca, estacionamiento en doble fila al recoger niños/as en las escuelas. 7) Nunca, niños de la calle. 8) Nunca, insuficiencia de espacios culturales. 9) Nunca, gobernantes acientíficos. 10) Nunca, falta de iluminación a monumentos y joyas arquitectónicas urbanas.
Se que cada uno de nosotros puede tener otros “siempres y nuncas” que complementen los aquí expuestos. Tal vez haya también a quienes no les interese lo aquí descrito, pero quiero abundar en que estas pequeñas y grandes cosas están presentes en la vida y convivencia cotidiana con nuestra ciudad generando la identidad que tanto necesitamos. Hermosillo nos debe agradar porque la escogimos para vivir aquí y la seguiremos gozando o sufriendo por muchos años más.
Apostemos a que las cosas en nuestro alrededor pueden cambiar y mejorar. Si nuestros gobernantes, estatal y municipal, presumen a Hermosillo a donde quiera que vayan, lo cual está bien de entrada, solo pidámosles que sean consecuentes, también, con semejante presunción.
(rpacheco@ciad.mx / @rpacheco54)

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