El lado bueno de

Retribuye construir comunidades sustentables

"Y lo más interesante del caso es que también desde la perspectiva de negocios, ello resulta algo altamente rentable."

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No es extraño que algunas inversiones en obras, públicas y privadas, quedan desamparadas, vulnerables y condenadas a una efímera vida útil por carecer de programas de mantenimiento debidamente planeados, organizados, bien dirigidos y suficientemente fondeados. Así suele suceder con cierta frecuencia en desarrollos habitacionales (no en todos) cuyos vecinos no encuentran la forma de unirse para evitarlo.

La normatividad oficial establece que, al terminar un fraccionamiento se debe entregar al ayuntamiento. En el mejor de los casos se constituye una asociación de vecinos que, teóricamente, asume la responsabilidad de darle el debido mantenimiento ante la imposibilidad económica de que los haga la autoridad.

En aquellos casos en los que se formaliza una asociación, los vecinos pagan una cuota y acuerdan funcionar bajo un autogobierno que ejecute los planes y administre los recursos.

Por distintos motivos en algunos desarrollos sucede que el impulso inicial de los vecinos se desvanece, fallece el entusiasmo inicial, se esfuma la responsabilidad y las áreas comunes quedan tiradas, lo que es igual a decir, abandonadas a su suerte.

Lo anterior no implica que en todos los casos suceda lo mismo, hay ejemplo de transformaciones exitosas cuando se logra construir comunidades sustentables bajo bases sólidas, adecuadamente estructuradas y regida bajo normas de operación que garanticen la continuidad de liderazgos bien calificados.

Dos empresas de larga y exitosa trayectoria, Grupo Vinte y DEREX tienen en común que sus respectivos planes de negocios no se limitan a concluir un desarrollo, entregarlo al ayuntamiento y apoyar para que se constituya una asociación de vecinos.

Ambas suman a su misión, la de operar programas de seguimiento hacia la consolidación de comunidades sustentables que aporten identidad y sentido de pertenencia a los residentes, garantizando con ello las mejores actitudes en favor de la ganancia de valor para el desarrollo que habitan.

La noticia de la operación de venta del 100% de las acciones de DEREX a grupo Vinte, causó revuelo en el ambiente inmobiliario nacional debido a que Grupo Vinte, es una de las principales desarrolladoras de vivienda sustentable en México.

Fue grupo Vinte quien hizo pública la noticia como una medida de expansión hacia el noroeste, específicamente Sonora y Baja California, región de alta demanda y baja oferta de vivienda de calidad. Al declarar lo anterior, agregó un reconocimiento a DEREX por tener en su haber la construcción de 26,000 viviendas y por su enfoque, al igual que grupo Vinte, a fomentar comunidades sustentables. La operación, se reveló, permitirá a la empresa adquirente ampliar su operación en vivienda social y media, alineándose con programas federales de desarrollo habitacional.

De acuerdo con el diario El Economista, Sergio Leal, presidente de Vinte, reveló que la operación consistió en un pago del 25% en acciones y 75% en efectivo. En cuanto al programa de vivienda del gobierno federal, Leal destacó que la empresa que preside busca participar con cinco proyectos que cumplan con las características solicitadas por la autoridad.

Por su parte el diario El Heraldo dio crédito a la fundadora de DEREX, Aurora García de León, con experiencia de más de 20 años en el sector de vivienda, quien seguirá dirigiendo la empresa.

Impulsar la conformación de comunidades vecinales sustentables fortalece el tejido social y mejora la calidad de vida colectiva. Sus efectos positivos se extienden en un incremento del sentido de pertenencia y de identidad comunitaria, de reducción de conflictos y mayor seguridad, de inclusión y equidad social y de empoderamientos ciudadano.

Los casos de éxito lo son cuando se construyen las comunidades sobre bases sólidas, bajo reglas y normas de operación que garanticen la continuidad de los liderazgos y con el genuino interés por brindar no solo la calidad material de las viviendas y el desarrollo, sino de la totalidad del ambiente comunitario, el cual sea propicio para que florezcan relaciones humanas en la más alta de sus expresiones,

Y lo más interesante del caso es que también desde la perspectiva de negocios, ello resulta algo altamente rentable.

Queda tela de donde cortar…

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Hector Vazquez

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