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Trump juega con fuego
"Las inversiones estadounidenses están extremadamente expuestas a una venta masiva de activos ..."

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Los límites a las ocurrencias de Donald Trump en materia de política arancelaria los podrían poner los mercados financieros, más que los países cuyas exportaciones a Estados Unidos se intenta frenar.
La imposición de aranceles del 25 por ciento a todos los autos importados por Estados Unidos de cualquier parte del mundo, anunciada el miércoles, de inmediato provocó una nueva caída en la bolsa de valores y especialmente en las acciones de las empresas automotrices estadounidenses Stellantis, General Motors y Ford.
“Las inversiones estadounidenses están extremadamente expuestas a una venta masiva de activos (financieros), al igual que la economía” expresa la revista The Economist en un artículo reciente. Agrega que la administración de Trump ha sido extraordinariamente indiferente a la caída de las acciones y que existe la percepción de que Trump seguirá aplicando medidas dañinas para la economía, lo que puede traer consecuencias muy negativas para todos.
En esta columna de Correo hemos tratado de analizar las posibles consecuencias de los aranceles anunciados, no solo para el caso de México, sino de la economía global y de la de los Estados Unidos en particular.
La semana pasada comentamos los posibles efectos de los aranceles al acero y al aluminio, en esta ocasión nos detenemos en el análisis de los efectos de estas mismas políticas en el comportamiento de los mercados financieros, especialmente en la desvalorización de los activos de las empresas que cotizan en bolsa en Estados Unidos y su posible impacto en la economía doméstica.
Desde la segunda década de este siglo los mercados financieros se han disparado en la medida de que la tecnología ha hecho posible que la inversión bursátil, aún de los pequeños ahorradores, sea cada vez más fácil.
De acuerdo con The Economist, a fines de 2024 los hogares y organizaciones sin fines de lucro de los Estados Unidos (fondos mutuales, fondos de retiro e inversiones de hogares) poseían 58 billones de dólares en acciones de empresas que cotizan en bolsa en ese país. Su participación ha subido 128 por ciento en los últimos seis años y equivale ya al 1.7 por ciento del ingreso disponible de los hogares estadounidenses (más del doble del promedio histórico).
Lo anterior constituye un cambio estructural en la composición de los activos que se manejan en los mercados financieros y establecen una relación cada vez más estrecha entre el comportamiento de éstos y consumo de los hogares. Es decir, una nueva vinculación entre dos de los componentes de la demanda agregada, la inversión (financiera en este caso), y el consumo (inmediato y futuro).
De ahí que una caída en la bolsa de valores con efectos prolongados tendrá una repercusión más profunda en el consumo de los hogares y a través de ellos, en el consumo global, por lo que sus efectos recesivos serían mayores.
El comportamiento reciente de la bolsa de valores estadounidense, especialmente el índice Standard & Poors (S&P-500), refleja que las políticas de Trump están dañando la reputación de los activos estadounidenses. Este índice ha caído 8 por ciento (sin considerar la caída reciente) desde su punto máximo logrado en el mes de febrero.
La razón es que los inversionistas advierten que la política proteccionista de Trump está desafiando las leyes de la economía. Por ahora los recursos obtenidos por la venta de activos de empresas que cotizan en las bolsas de EU, se están yendo a otros mercados y a otros activos quizá menos redituables, pero más seguros. En este mismo periodo, el índice Stoxx Europe 600 y el Hang Seng de Hong Kong, han subido en este mismo periodo.
Empresas europeas en ramas específicas, como la alemana Rheinmetall (fabricante de armas) están reportando beneficios importantes. Esta empresa acaba de reportar ganancias por mil 500 millones de euros en 2024, cifra 61 por ciento mayor a las del año anterior.
Se prevé que este tipo de firmas ligadas al proceso de rearme europeo atraigan recursos financieros de otras partes de mundo, incluyendo de los Estados Unidos.
Por otro lado, respecto al comportamiento de los consumidores estadounidenses, el índice de confianza que calcula la Universidad de Michigan arroja que en las primeras dos semanas de marzo se desplomó y se ubicó en su nivel más bajo en dos años y medio.
Asimismo, se estima que la caída del valor bursátil de las bolsas en EU alcanza por ahora unos 4 mil 500 billones de dólares, lo que se traducirá en una caída de varios miles de millones de dólares en el consumo privado.
Finalmente, hay otro elemento que según The Economist hay que considerar. En los últimos años se generalizó la tendencia de que muchos hogares estadounidenses pidieron préstamos a los bancos para invertir en la bolsa, con el propósito de obtener rendimientos superiores a la tasa que los bancos les cobraban por el préstamo.
La corredora de bolsa Interactive Brokers estima que en 2024 se sacaron unos 54 mil millones de dólares en préstamos para invertir en acciones, lo que coloca a los hogares estadounidense en una situación de vulnerabilidad ante una caída del mercado bursátil.
Más valdría que Trump dejara de jugar con fuego porque si sigue encendiendo cerillos en medio de la gasolina derramada, más pronto que tarde se incendiará él y la economía estadounidense en su conjunto.

Sigue a Manuel Valenzuela Valenzuela