3I/Atlas: Cometa más antiguo que el Sistema Solar

Autor

Revista Correo

Fecha de publicación

Imagen de la noticia

Un sorprendente visitante interestelar ha irrumpido en nuestro “vecindario cósmico”. Se trata del cometa 3I/Atlas, un objeto que podría ser más antiguo que el propio Sistema Solar y que fue detectado por sorpresa el pasado 1 de julio de 2025 desde Chile.

Su hallazgo anunciado este viernes por investigadores de la Universidad de Oxford y otras instituciones, podría cambiar lo que sabemos sobre los orígenes de los planetas y las estrellas.

Proviene desde una región distinta de nuestra galaxia

El 3I/Atlas es el tercer objeto conocido que llega desde fuera del Sistema Solar, pero es único en su tipo puesto que es el primero que proviene desde una región distinta de nuestra galaxia, el llamado disco grueso de la Vía Láctea, donde habitan algunas de las estrellas más antiguas. Según el astrónomo Matthew Hopkins, responsable del hallazgo, este cometa podría tener más de 7 mil millones de años. “Es probablemente el cometa más antiguo que hemos visto jamás”, afirmó al presentar sus resultados en la Reunión Nacional de Astronomía 2025 en Durham.

El descubrimiento fue casi accidental

Mientras los astrónomos se preparaban para las operaciones del Observatorio Vera C. Rubin, un telescopio en Chile detectó al 3I/Atlas a unos 670 millones de kilómetros del Sol.

Su trayectoria inclinada indica que viaja a través de la galaxia desde una región muy distinta a donde se ubica el Sol, y sus primeras observaciones revelan que es rico en hielo de agua, con una actividad que lo hace más brillante y grande que sus predecesores interestelares, el 1I/‘Oumuamua (2017) y el 2I/Borisov (2019).

Chris Lintott, coautor del estudio y divulgador de la BBC, explicó que este antiguo viajero podría aportar claves sobre cómo se forman los sistemas planetarios en la galaxia. “Se trata de un objeto de una parte de la Vía Láctea que nunca habíamos visto tan de cerca”, señaló.

El cometa 3I/Atlas seguirá acercándose al Sol y podría ser visible desde la Tierra con telescopios amateur a finales de 2025 y principios de 2026.

Mientras tanto, su estudio mantiene entusiasmada a la comunidad científica, que considera este hallazgo como uno de los más relevantes en la exploración del espacio interestelar.