Endurecen reglas para importar acero
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Revista CorreoFecha de publicación

En un esfuerzo por blindar el mercado interno y prevenir prácticas comerciales desleales, la Secretaría de Economía ha decidido endurecer las regulaciones para la importación de productos siderúrgicos. El anteproyecto, publicado recientemente en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), busca cerrar los huecos que han permitido maniobras de triangulación y uso de documentación falsa en operaciones comerciales, sobre todo en acero procedente de Asia.
¿Qué implican los nuevos requisitos?
Las nuevas medidas exigen que toda importación de acero cuente con certificados de molino o de calidad firmados y sellados físicamente, eliminando la posibilidad de presentar documentos únicamente en formato digital. Además, el país de origen certificado deberá coincidir de manera estricta con el declarado en los avisos automáticos de importación.
El Registro de Importadores de Productos Siderúrgicos también será más estricto: quienes busquen inscribirse deberán cumplir requisitos adicionales y mantener consistencia en la información proporcionada. Cualquier falsedad podría derivar en sanciones de hasta cinco años y la imposibilidad de obtener nuevas autorizaciones.
¿Por qué ahora? Presión internacional y vulnerabilidad interna
El endurecimiento regulatorio coincide con un incremento sostenido de importaciones de acero asiático, cuya entrada -según representantes de la industria- se beneficia de mecanismos de triangulación y de regímenes arancelarios especiales que no siempre corresponden al origen real del producto.
Para la industria mexicana, especialmente para cámaras empresariales del sector, la iniciativa representa una oportunidad para equilibrar el terreno de competencia y combatir lo que consideran prácticas desleales. También se interpreta como un paso para alinearse con expectativas de monitoreo más estrictas en el contexto del T-Mec, aun cuando el Gobierno no lo mencione explícitamente.
Críticas: ¿protección legítima o barrera al comercio?
Especialistas en derecho comercial han planteado preocupaciones temen que el uso obligatorio de un catálogo oficial de molinos y la mayor discrecionalidad en los avisos automáticos pueda convertirse en una barrera no arancelaria que complique innecesariamente la operación de empresas importadoras.
Alertan también que, si las nuevas reglas no se aplican con claridad, podrían elevarse los costos de insumos para sectores clave como la construcción, la manufactura y la infraestructura, generando incertidumbre en cadenas productivas que dependen del acero importado.
¿Qué viene para la industria?
El impacto dependerá de la manera en que la Secretaría de Economía implemente la regulación. Una aplicación transparente y homogénea podría fortalecer al sector siderúrgico nacional frente a un mercado global saturado. Pero una ejecución discrecional podría frenar a empresas que no tienen alternativas nacionales de suministro y que requieren certidumbre para invertir, en un momento donde México busca consolidarse como destino de relocalización industrial.
Por ahora, empresas importadoras, constructoras y fabricantes observan con cautela. Las próximas semanas serán clave para determinar si estas medidas se traducen en un nuevo equilibrio en el mercado o en una carga adicional para sectores estratégicos del País.