Inflación sube a 3.80%

La inflación en México volvió a tomar fuerza en noviembre y se colocó en 3.80% anual, superando las expectativas del mercado y elevándose por encima del 3.57% registrado en octubre. El dato mostró que las presiones sobre los precios aún no ceden del todo, a pesar de los esfuerzos por contenerlas durante el año.

Subyacente bajo vigilancia

La inflación subyacente, la cual excluye productos de alta volatilidad como energéticos y alimentos frescos, también mostró un repunte situándose en 4.43 % frente al 4.28 % del mes anterior. Este movimiento en la parte más estructural de la inflación evidencia que el encarecimiento no se limita a factores temporales y podría prolongarse más de lo anticipado.

¿Qué fue lo que más subió?

Destacan la electricidad, el transporte público y diversos alimentos como el jitomate, además del consumo en fondas, comedores y taquerías. Aunque algunos productos como aguacate, papas y ciertas bebidas alcohólicas registraron disminuciones, estos ajustes resultaron insuficientes para frenar la tendencia ascendente.

Para las familias mexicanas, especialmente aquellas con ingresos ajustados, este repunte se reflejará de manera directa en la canasta básica y en el gasto cotidiano.

Un reto para la política monetaria

Este aumento llega a pocos días de que Banco de México defina su última decisión de política monetaria del año. Aunque la inflación general todavía se mantiene dentro del rango objetivo del banco central, el avance de la subyacente complica el panorama y abre dudas sobre la posibilidad de futuros recortes a la tasa de interés.

Más allá del dato

La cifra no solo marca un retroceso en el proceso de desaceleración inflacionaria, sino que también introduce incertidumbre en un contexto económico moderado. Lo que parecía ser una estabilización paulatina ahora se ve interrumpido por un repunte inesperado que presiona los precios y el poder adquisitivo de los hogares.