México: motor del nuevo comercio global
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Revista CorreoFecha de publicación

En el contexto de una reconfiguración del comercio global, México se perfila como uno de los grandes beneficiados del llamado proceso de de-risking que impulsa Estados Unidos. Así lo afirmó el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, quien destacó que nuestro país podría atraer una porción significativa de la sustitución de importaciones asiáticas, con un potencial de hasta 250,000 millones de dólares en el corto plazo, según cifras oficiales.
Durante su participación en un evento organizado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Ebrard explicó que, aunque un desacoplamiento total entre Estados Unidos y China no es viable a corto plazo, sí habrá un desplazamiento estratégico de cadenas de suministro en sectores clave como medicamentos, semiconductores, aparatos médicos y refinación de minerales estratégicos. Esta transición responde a la necesidad estadounidense de reducir su dependencia de Asia, particularmente de China.
El funcionario subrayó que estamos viviendo el inicio del fin de un modelo económico global que imperó por décadas: el del libre comercio, la hegemonía estadounidense y el desmontaje de barreras arancelarias, promovido por el llamado “Consenso de Washington”.
En su lugar, está surgiendo un nuevo paradigma basado en lo que Ebrard denominó “desventajas comparativas”, donde el costo de acceso a los mercados se vuelve central, y donde México, por su cercanía geográfica y alto grado de integración con EU., tiene una ventaja clave frente a otros competidores.
Otro elemento de relevancia es la pausa de 90 días que acordaron E.U. y China para renegociar su guerra comercial, lo que, según Ebrard, podría influir positivamente en la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-mec). Este proceso, que ahora se espera para el segundo semestre de 2025, podría beneficiar a México si se clarifican antes los términos del acuerdo entre las dos potencias.
En términos de inversión, el secretario reveló que el gobierno mexicano ha identificado un portafolio de 1,937 proyectos de inversión extranjera directa (ied), con un valor total estimado de 298,000 millones de dólares para este sexenio.
De estos, 441 proyectos presentan desafíos críticos (calificados como “foco rojo”) y están recibiendo atención especial por parte de las autoridades para eliminar obstáculos y destrabar su ejecución.
Ebrard concluyó que, en este contexto de rivalidad estratégica entre Washington y Pekín, México es un socio clave para la producción complementaria de bienes y servicios que antes provenían de Asia, y que su industria tiene no solo el potencial de fortalecer su papel en Norteamérica, sino también de expandir sus exportaciones a nuevos mercados globales.