Pieza clave en la lucha contra el cáncer
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Revista CorreoFecha de publicación

Científicos acaban de descubrir un mecanismo crucial que vincula directamente la salud vascular con la progresión del cáncer. Un estudio revela que la reducción del flujo sanguíneo no es solo una consecuencia de los tumores, sino un potente impulsor de su crecimiento.
La investigación, liderada por NYU Langone Health y publicada en Jacc-CardioOncology, demostró en modelos animales que la restricción del flujo arterial acelera drásticamente el avance de los tumores. En concreto, la isquemia periférica, la cual reduce la llegada de sangre a las extremidades, duplicó la velocidad de crecimiento de tumores mamarios en ratones.
¿Qué es la isquemia?
Responde a la acumulación de depósitos grasos en las arterias, lo que causa inflamación, placas y coágulos que impiden la correcta oxigenación de los tejidos. Cuando afecta a las piernas, se diagnostica como enfermedad arterial periférica, una afección que millones de personas padecen.
Un vínculo directo
Este trabajo establece que esta patología vascular no solo aumenta el riesgo cardiovascular, sino que también potencia la agresividad oncológica. Los datos confirman un vínculo directo: la alteración del flujo sanguíneo impulsa el crecimiento del cáncer independientemente de su localización en el organismo.
l flujo limitado induce cambios progresivos que “envejecen” prematuramente las defensas, promoviendo una transición hacia células inmunitarias menos eficientes. Se observó un aumento de células inmunosupresoras que favorecen la tolerancia al tumor y dificultan la respuesta antitumoral.
A nivel molecular, la isquemia reprograma las células madre de la médula ósea. Esto favorece la producción de células que atenúan la inmunidad, mientras limita la generación de linfocitos T capaces de combatir el cáncer. Es una reconfiguración estructural que desactiva las defensas.
Este fenómeno, denominado inmunosenescencia inducida por isquemia, plantea un nuevo paradigma en el tratamiento oncológico. Los investigadores subrayan la necesidad crítica de abordar los factores vasculares y metabólicos dentro de una estrategia integral contra el cáncer.
El equipo ya planea ensayos clínicos para probar fármacos moduladores de la inflamación que neutralicen este efecto pro-tumoral. El futuro podría incluir el tamizaje temprano de cáncer en pacientes con enfermedad arterial y nuevas terapias combinadas, abriendo una potente vía en la prevención y la lucha integral contra esta enfermedad.