Suplementos: ¿Salud o Riesgo?

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Revista Correo

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En la actualidad, es cada vez más frecuente ver a personas que incorporan una variedad de suplementos alimenticios en su vida diaria con la esperanza de mejorar su salud. Vitaminas, minerales, colágeno, cápsulas "detox", proteínas en polvo y extractos herbales se han convertido en una rutina para muchos. Sin embargo, esta moda de automedicarse con productos nutricionales sin supervisión médica puede traer más problemas que beneficios.

La nutrióloga Yeni Zetina, egresada del Instituto Politécnico Nacional (Ipn), alerta sobre los riesgos de esta práctica. “Los suplementos no sustituyen una alimentación saludable. Son útiles únicamente para corregir deficiencias específicas, pero no reemplazan el valor integral de una dieta balanceada”, explica.

Zetina señala que muchas personas recurren a estos productos sin saber si realmente los necesitan. “Es común ver a quienes toman hasta cinco o seis cápsulas diferentes al día sin ningún tipo de orientación profesional. No saben si están duplicando dosis de vitaminas o si los suplementos podrían interferir con medicamentos que ya consumen”, advierte.

Datos del Instituto Nacional de Salud Pública refuerzan esta preocupación: más del 56% de quienes usan suplementos lo hacen sin haber pasado por una evaluación médica, y solo el 5.7% los consume por una deficiencia nutricional confirmada. La mayoría busca bajar de peso, mejorar su energía o aumentar el rendimiento físico, sin tener en cuenta posibles efectos secundarios o sobredosificaciones.

Además, existe una creencia errónea de que todo lo “natural” es seguro. Sin embargo, el abuso de suplementos puede causar daños en el hígado, riñones, alteraciones hormonales e incluso interacciones negativas con otros tratamientos médicos. A esto se suma la escasa regulación del mercado: muchos productos se venden sin aprobación oficial ni respaldo científico.

Ante esta situación, la nutrióloga recomienda regresar a lo esencial: una alimentación variada y adecuada a las necesidades individuales. “Es mejor obtener los nutrientes a través de los alimentos, y si se requiere un suplemento, que sea con la guía de un profesional de la salud”, afirma.

También aclara que la nutrición no debe basarse en prohibiciones estrictas. “Una hamburguesa o una rebanada de pizza pueden formar parte de una dieta saludable si se equilibran con vegetales, buena hidratación y actividad física. La clave está en la planificación, la moderación y la conciencia alimentaria”, señala.

En definitiva, la salud no se encuentra en cápsulas milagrosas, sino en hábitos sostenibles, decisiones informadas y el acompañamiento de expertos.