Prevención y seguridad pública
Democracia VS Pragmatismo
"El grave problema que tenemos hoy en México es que la democracia electoral y todas las demás son destruidas por el pragmatismo político."

Publicado el
El mayor enemigo de la democracia y, este es letal, es el recurrente pragmatismo político, aderezado por una serie de malas prácticas de ciertos pseudopolíticos y partidos.
Ese pragmatismo político tiene muchos antecedentes, malos y pésimos, muchos de ellos que describen la forma de “hacer política en México”, que describen las cínicas formas de engañar al votante y seguidor para lograr y permanecer en el poder.
El que no tranza no avanza…
El padre del pragmatismo político es esta frase: “el que no tranza no avanza”, alimentada por sofismo, avaricia, indolencia y cinismo; solo hay que llegar al poder para ejercerla, ¡porque siempre en campañas se dice y promete otra cosa!
“El que no tranza no avanza” desnuda la realidad política del país, en todos los partidos, pero en especial en el OFICIALISMO actual en nuestro país, que lo ejerce de forma diaria y por consigna de “tú ya sabes quién”.
Las concertacesiones…
Las famosas concertacesiones son un ejemplo muy didáctico del pragmatismo político, basado en “el yo te doy y tú me das”. Florecieron durante el PRIANATO, pero son tan vigentes que las practican los dirigentes de la 4T, ante el asombro de militantes honestos, ante hombres y mujeres de verdadera izquierda.
Las concertacesiones son parte de ese pragmatismo político que yo critico, porque siempre atenderá a conveniencias sobre valores y principios, a intereses monetarios y materialistas, ¡que están muy alejados de una transformación social!
Conclusión
El grave problema que tenemos hoy en México es que la democracia electoral y todas las demás (en especial la participativa) son destruidas por el pragmatismo político, “por tranzas y perniciosos tránsfugas”, que no tienen ideologías ni partidos… ¡solo tienen intereses!
Este grave problema tiene agravantes ahora por la participación en política del crimen organizado, narcopolíticos, empresarios corruptos, funcionarios y dirigentes partidistas del oficialismo sin escrúpulos, pero sí con mucha ambición, rapacidad, vedettismo, efectismo, cinismo y, sobre todo, insensibilidad social. ¡Ni más, ni menos!
“La política no es un espectáculo, es una forma de resolver problemas.” (Barack Obama)

Sigue a Enrique Zavala Urquides