La Noticia: 

La noticia del hallazgo de los cadáveres de seis de los secuestrados por Hamás el pasado 7 de octubre ha provocado en Israel una ola de indignación no vista en meses… (bbc.com).

Comentario:

Decenas de miles de personas han salido a las calles de Israel a protestar contra el primer ministro Benjamín Netanyahu a quien culpan por la muerte de seis de los rehenes capturados el 7 de octubre pasado en la incursión de Hamás. Alegan que Netanyahu no cede en lo mínimo en las conversaciones con Hamás para liberar a los rehenes. ¿Por qué están empantanadas las negociaciones? ¿Cuál debería ser la postura general ante un plagio?

Recordemos que hace unos días el ejército de Israel, en una incursión más en el territorio de Gaza, recuperó los cuerpos de seis jóvenes cautivos desde el 7 de octubre. Quizá fue la juventud de estos lo que indignó a los ciudadanos israelíes, o la noticia de que estaban vivos cerca de 48 horas antes de la operación militar, pero las protestas no se hicieron esperar. Pensar que la aproximación del ejército israelí provocó que les dispararan a quemarropa hizo que la gente saliera a las calles y llegaran al punto de provocar una huelga general contra el gobierno.

El lamento general es por qué no ceder un poco a las peticiones de Hamás para poder liberar a los cautivos. Hamás solicita un cese al fuego y el retiro inmediato del ejército israelí de territorio palestino. Israel, por medio de Netanyahu, solicita la liberación inmediata de los rehenes y mantener el control militar en territorio de Gaza para tener puntos de control y evitar que se repita el asalto del 7 de octubre.

Tan solo en el punto de mantener una fuerza militar israelí en Gaza, cualquier negociación se congela. Quienes protestan en la calle consideran que el ejército se debe retirar y ya después, una vez recuperados los cautivos, generar otra operación contra Hamás.

La postura es similar a cuando ocurre un secuestro. ¿Se debe pagar el rescate? ¿O se debe enviar a la policía con el riesgo que conlleva al secuestrado? Por un lado, la víctima se recupera y luego se deja investigar a la policía, pero por el otro, al cobrar el rescate los plagiarios van a secuestrar a más personas al haberse salido con la suya. No es el punto si los familiares de la primera víctima tienen el dinero para pagar, sino el mantener la motivación de los secuestradores a repetir la operación.

Es claro que Netanyahu está pensando en el futuro. Evitar nuevas incursiones de Hamás y si ello incluye el sacrificio de los rehenes, los considerará héroes en un conflicto de años. Los que protestan en las calles tienen la perspectiva de los familiares cuya prioridad es la vida de los cautivos.

Difícil decidir en una situación como la que vive Israel. ¿Qué haría usted si estuviera en el lugar de Netanyahu? Por el momento parece que la huelga disminuyó su fuerza, pero no dudemos que a la próxima aparición de una víctima se reanude con más fuerza. Parece que aún quedan 97 rehenes con vida en algún lugar (túnel) de Gaza.

Sergio Alonso Méndez posee un doctorado en Negocios Internacionales por parte de la Universidad de Texas /  salonsomendez@gmail.com.