La deuda de Hermosillo

Siempre he dicho que hay que tener memoria, que debemos recordar a pesar del tiempo y de los años para no volver a repetir los errores y equivocaciones, más aún en asuntos y temas públicos. 

Algo muy grave pasa en nuestro accionar cuando no recordamos y actuamos en consecuencia en temas torales, relevantes qué limitaron y limitan nuestro desarrollo, nuestro enfoque social, así como económicos de la deuda pública, ese es el caso del H. Ayuntamiento de Hermosillo, al que hace más de 28 años tuve el privilegio de servir. 

Su vergonzoso origen

El municipio de Hermosillo es el más endeudado de todo el país, pero lo más vergonzante, es que se derivo de pésimos servidores públicos en el trienio 1994-1997, donde conocí a detalle las trapacerías y corruptelas de pseudo servidores públicos encabezados por Gastón González Guerra. 

Actos irresponsables que denuncie y persegui hasta sus últimas consecuencias, incluso hasta la Suprema Corte de la Nación, buscando como Tesorero en funciones beneficiar a la población de este digno municipio y sus habitantes, a pesar de todos los pesares, incluso en contra de compañeros de administración y de un partido político que no solo perdió el rumbo sino el poder… 

Inversión pública productiva

El 4 de septiembre de 1997, en sesión de cabildo del H. Ayuntamiento de Hermosillo, se “Válido y aprobó” una deuda pública no sólo ilegal sino de acciones totalmente corruptas qué encubrían el “inútil reloj de gastón!,  el atraco del Cytrar, la canibalizacion del parque industrial de Hermosillo, el más importante del Estado. !terrible!...

El desfalco y atraco a las arcas públicas municipales incluyo la disposición y venta rapaz de la Central de Abastos de esta Ciudad de Hermosillo, por particulares hambrientos de lucro, con la complacencia de las autoridades municipales a quienes persegui “pero que no pude meterlos al bote”, por la complicidad del sistema y la Suprema Corte de la Nación… “Por ello renuncie a ser Tesorero municipal.. Y a la distancia, lo volvería a hacer”… 

Conclusión

Tuve la oportunidad de conocer al sistema por dentro, las entrañas de su pudrición y sufrir sus consecuencias, de enfrentarme al poder de la simbiosis del  PRIANATO, así mismo, creyendo en una patria ordenada y generosa, así como un sistema de hombres y mujeres libres, sin embargo, era una utopia, una falsedad más, ¡evidencia de un sistema fallido y corrupto!... 

Finalmente renuncie a la tesorería municipal, convencido de que estaba rodeado de “chambistas”, sin escrúpulos, sin compromiso social alguno, sin Vocación de servicio publico, pero sobre todo reconocer que yo era un ciudadano prestado el servicio publico, que debía ser responsable de mis actos y actuar en consecuencia, pero en medio de la corrupción y mediocridad política.! Ni más, ni menos!.

“Frente a la muchedumbre, los  mediocres son los más elocuentes” (Eurípides)