Prevención y seguridad pública
La politización de la justicia…
"Ha generado inseguridad jurídica, división social y concentración del poder, dejando a los ciudadanos a merced de intereses políticos y amenazando la imparcialidad de las instituciones."

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Lo que empezó como un pleito callejero de “chairos contra fifís”, lo que empezó con actitudes rencorosas y de venganza ¡concluyó con un México polarizado, fanatizado, incrédulo, violento y dividido!
En consecuencia de estos hechos tenemos una situación de inseguridad social. Después de elegir oscuramente a la Suprema Corte, a jueces y magistrados, se generó una inseguridad jurídica con justa razón, al crear desconfianza por no tener los mexicanos certeza jurídica…
Justicia jurídica
Una consecuencia de politizar y partidizar la justicia fue la elección de jueces, magistrados y ministros usando “acordeones”, induciendo el voto de forma proselitista por simpatizantes y militantes de Morena, el oficialismo gobernante, así como la manipulación del poder.
A partir de lo anterior, la “Justicia” en México tendrá propietario: serán el Ejecutivo federal y los Ejecutivos de los Estados, principalmente, quienes “tengan mano” en cómo y cuándo se dictan resoluciones, laudos o juicios, de conformidad con los intereses políticos, no con base en los preceptos jurídicos y el principio de imparcialidad.
Justicia democrática y legislativa
También lo que creó esa lucha de clases de “chairos y fifís” fue el divisiónismo social, la manipulación de las bancadas partidistas para concentrar el poder en Morena, lograr la mayoría calificada en el Congreso e inhibir y borrar a la oposición, a las minorías, como en el pasado.
Por ello, ahora se hacen las cosas “sin quitarle una coma”, como lo manda su líder supremo, renaciendo un autoritarismo abierto, ya no disfrazado como antes, sino cínicamente abierto, poniendo a todo el país en riesgo, con el pretexto de la 4ta. Transformación, que al parecer será ¡la 4ta. deformación!
Conclusión
En México se acabaron los pesos y contrapesos en política, la separación de Poderes, para sustituirlos formalmente por una partidocracia única, monolítica, fanatizada e irreflexiva, regenteada “por ya sabes quién”. Pero todavía nos queda “el cuarto poder”, representado por la prensa libre, por quienes todavía podemos opinar, ¡aunque tomemos riesgos!
En corto, lo que tenemos en México es el riesgo y hecho real de la inducción política de la justicia, ahora ya no por el viejo sistema, sino por los que en la práctica dijeron: “quítate tú pa’ ponerme yo”. En resumen, se sacó a “la mafia del poder” para sustituirla por otra mafia, pero peor. ¡Ni más, ni menos!
“El poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente…” (Lord Acton)

Sigue a Enrique Zavala Urquides