Columna invitada
Los políticos, el poder y la soberbia
"Los políticos afectados por la soberbia tienden a alejarse de la realidad y de las personas..."

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La mayoría de los políticos adoptan unos aires de superioridad insoportables y algunos unas actitudes dignas de dioses del olimpo. El político sea diputado, senador o funcionario detenta cierto poder, debido a sus funciones y responsabilidades que debe ejercer, pero no hay ninguna justificación para la altanería o superioridad, por que su actividad mas importante es servir a la gente que representan.
Los políticos afectados por la soberbia tienden a alejarse de la realidad y de las personas, su exceso de confianza los lleva a tomar decisiones que no tienen nada que ver con el beneficio de las mayorías.
La persona soberbia se muestra con altivez y siente que merece todo el interés de los demás. El soberbio se regocija con sus logros y por lo general menosprecia a los que se enfrenta.
La persona soberbia se valora por encima de cualquiera, considera sus ideas como algo grandioso y devalúa los planteamientos ajenos.
Por lo regular la persona soberbia tiene necesidad de la admiración y la atención de los que lo rodean, tiene baja o nula empatía y poca capacidad para escuchar, asume una actitud impositiva de las propias ideas y tiene gran dificultad para reconocer sus errores o aceptar las críticas.
“La estupidez puede existir sin la soberbia pero la soberbia no puede existir sin la estupidez”. (León Tolstoi).
Algunas características de una persona soberbia:
1.Necesidad de admiración o atención de parte de los demás.
2.Poca empatía y baja capacidad para escuchar.
3.Actitud impositiva de los propios criterios.
4.Su megalomanía los hace peligrosos.
5.Comunicación condescendiente con aires de superioridad.
6.Gran dificultad para reconocer errores o aceptar críticas.
7.Actitudes prepotentes e implacables.
8.Compite agresivamente sobre las debilidades del oponente.
9.Alardea, exagera y ostenta.
10.Visión distorsionada de la realidad.
11.Actúa en forma egocéntrica, complicando sus relaciones.
La soberbia ha acompañado a lo largo de la historia a los líderes más dañinos para la humanidad. La soberbia puede llevar a los políticos a tomar medidas irracionales, adoptar posturas inflexibles y rechazar el dialogo constructivo, haciendo difícil la búsqueda de soluciones efectivas.
Las organizaciones políticas y los políticos intoxicados con la posición y la soberbia solo están preocupados por mantenerse en el poder, por eso la soberbia es una clara señal de falta de liderazgo y por lo mismo realizan una gestión pública desastrosa.
Se puede concluir que la soberbia en los políticos es un obstáculo para un liderazgo efectivo y un gobierno justo. Los políticos soberbios pierden la confianza de los electores al dejar en claro que sus intereses personales están sobre el bienestar general de la población.
Referencia bibliográfica: La soberbia y el poder. Hugo Oscar Mayer. Elentrerios.
Ingeniero Químico con Maestría en Dirección de Organizaciones actualmente Consultor Empresarial Financiero manuelagraz93@gmail.com

Sigue a Manuel Agraz Güereña