Violencia y matrimonio

Como ya lo he expresado el  tema de la violencia de género no sólo es brutal, sino  intolerable, así como la violencia familiar que hace estragos en matrimonios, menores de edad y sociedad en general. 

La violencia de género se evidencia de forma especial dentro del matrimonio o unión de pareja, afectando mucho más a la mujer que al hombre, es y ha sido algo ancestral producto del machismo en contra, de las mujeres, que en este diez de mayo sufren esa violencia de diversas formas e intensidades.

Violentometro

Este instrumento de seguridad publica, mide la intensidad de la violencia hacia la mujer, qué va de simples tocamientos, palabras altisonantes, golpes, injurias, celos enfermizos y hasta el feminicidio, combinados con actos posesivos del hombre sobre la mujer, prohibiciones y limitaciones en su libertad, sus derechos humanos y buenas costumbres. 

En todo lo anterior juega un papel fundamental el control y manipulación masculino sobre la mujer, así mismo conductas violentas de forma diaria y hasta delictivas, en algunos casos conductas criminales recurrentes qué atentan contra de seguridad e integridad de las mujeres de forma consuetudinaria, en síntesis producto de un cuadro clínico psiquiátrico letal. 

Separación de bienes 

La violencia en contra de las mujeres se evidencia cuando hay una separación o divorcio de la pareja, que sufren la peor parte más aún cuando hay hijos de promedio y además se ejerce contra ellas violencia económica y patrimonial, esto se evidencia más aún en clases sociales medias y altas (pero no es privativa) , “donde hay algo que repartir”, y se pretende no darle nada en compensación, por el contrario es parte central de esa violencia. 

El hombre casado por este régimen pretende dejar a la mujer en el desamparo usando ese poder económico y poder de conexión, sus influencias y recursos, sin embargo esto cambió jurídicamente, hoy la mujer casada por separación de bienes, puede exigir hasta un 50% de los bienes generados durante el matrimonio, por haberse dedicado preponderantemente al cuidado del hogar y sus hijos, reconociendo le esa doble jornada. 

Conclusión

Hoy estamos en nuevo paradigma de la violencia y matrimonio, donde se ha evidenciado y denunciado la “Feminización de la pobreza”, como una violencia de género implacable, que por décadas ha re victimizado a la mujer, donde se han cometido múltiple formas de violencia y abuso, mismas que deben denunciarse y defender sus derechos humanos. 

Ha quedado acreditado el valor y “visualización del trabajo doméstico”, que desarrolla la mujer dentro del matrimonio, Y…. Que le da derechos a obtener pensiones resarcitorias y/o compensatorias en caso de divorcio que pueden ser hasta del 50% de los bienes generados durante el matrimonio basados en jurisprudencias y antecedentes jurídicos!.... Ni más, ni menos!.